Productos defectuosos

Existe responsabilidad de los fabricantes, importadores, distribuidores y comerciantes, cuando venden un producto o servicio que como consecuencia de los defectos en su fabricación y/o en funcionamiento ocasionan daños a los consumidores de los mismos.

Casos como el uso de marcapasos y/o medicamentos, que presentan defectos de fabricación que al ser utilizados por el consumidor, le provocan daños a la salud, suelen ser más frecuentes que lo que uno puede suponer.

También puede suceder que Ud. haya adquirido un automotor y –después de vencida la garantía por kilometraje o por el plazo que le dan- su vehículo presenta problemas. Entonces, es posible que estemos en presencia de desperfectos o vicios ocultos o manifiestos que Ud. tiene derecho a reclamar y ser indemnizado por ello.

Mediante una consulta oportuna podemos ayudarlo y asistirlo. No se olvide que Ud. cuenta con un plazo muy breve a partir del momento en que se descubre el vicio o desperfecto para reclamar por sus derechos.

Otras veces, el propio manual del usuario nada dice respecto de la forma en que debe ser utilizado el producto adquirido. Suele ser un frecuente incumplimiento de todo vendedor de productos, lo que afecta sus derechos. Si Ud. ve que el lavarropas, el calefón, la computadora o bien su auto, presenta este tipo de problemas, complete el formulario adjunto y haga su consulta, la que será evaluada y respondida a la brevedad.

Algunos supuestos en que podemos ayudarlo son:

• Defectos en el funcionamiento del automotor y/o de productos en gral.
• Incumplimiento en el deber de información del producto o servicio contratado
• Vicios en la fabricación
• Vicios en el diseño
• Vicios en la información

Daños por Internet

El acceso masivo a Internet  ha generado toda una revolución en la forma de comunicarnos.

La facilidad que hoy existe para obtener información relativa a personas mediante buscadores como Google, Bing, Yahoo etc. o la utilización de redes sociales como FACEBOOK,  resultan en avances fantásticos e impensados en otras épocas.

También ha cambiado nuestra forma de comprar, pues es creciente el uso de Internet como canal de venta de productos y servicios.

Sin embargo estos avances pueden impactar seriamente en nuestra privacidad, cuando nuestra exposición en el mundo virtual nos provoca algún tipo de daño o perjuicio.

Comprar usando Internet simplifica nuestras vidas y genera mayores posibilidades de acceder a más y mejores ofertas. Sin embargo estamos expuestos a sufrir la pérdida o robo de nuestra información personal, siendo el robo de identidad uno de los delitos más frecuentes en nuestros días.

Un buen ejemplo de cómo puede afectarnos el uso de redes sociales, blogs, foros, grupos, sitios de fans, o cualquier otro espacio web lo es el antecedente judicial en el cual ante la difusión de imágenes y contenidos mortificantes para un menor que había asistido a un partido de fútbol, la Justicia ordenó a la empresa FACEBOOK dar de baja los contenidos en los cuales se injurie, ofenda, agreda, vulnere, menoscabe o afecte de cualquier manera, el nombre, el honor, la imagen, la intimidad y/o la integridad del menor en cuestión.

De tal modo es posible exigir a páginas web y buscadores eliminar la información perjudicial, difamatoria y/o prohibida que afecte sus derechos. 

Consúltenos por esto casos.

Lea el fallo completo.

Responsabilidad bancaria

¿Notó que el resumen de su tarjeta de crédito sencillamente no reflejaba la realidad de sus consumos? O bien, que sus reiterados reclamos telefónicos no hacían más que llevarlo situaciones estresantes por las que sentía que su reclamo no era atendido debidamente. ¿Ha sacado un préstamo personal, pero se dio cuenta que el banco le está cobrando por conceptos no aclarados desde un principio? ¿Eso no era lo que le habían ofrecido en la publicidad? Todos estos problemas tienen solución.

La ley de defensa del consumidor establece que muchas de las cláusulas que se suelen utilizar en los contratos y que benefician sin proporción alguna solo proveedor del producto o servicio, son consideradas abusivas y consecuentemente nulas. El consumidor es la parte débil de la contratación a diferencia del proveedor que impone sus condiciones. Es por ello que nuestra legislación prevee la posibilidad de que se declare la nulidad de dichas cláusulas.
Supongamos por ejemplo que Ud. contrató a través de su tarjeta de crédito un seguro por desempleo, y que al ser despedido el seguro cubriría el saldo. Una cláusula abusiva sería la que establece que cuando es despedido, igualmente Ud. tiene que continuar pagando el resúmen como si nada hubiese ocurrido.

Sabemos que en la contratación bancaria, el consumidor no suele leer con detenimiento las condiciones que le son entregadas en un formulario predeterminado e indiscutible. Estos términos y condiciones, cuando establecen ventajas desproporcionadas y abusivas ceden cuando se comprueban judicialmente, obteniendo reparaciones económicas a través de su acceso a la Justicia.
Si Ud. cree que este tipo de problemas u otros derivados de contrataciones bancarias lo ha afectado, complete el formulario adjunto y haga su consulta.

Algunos de los problemas más comunes con los bancos son:

• Cláusulas abusivas en la contratación bancaria
• Incumplimiento de las ofertas publicitarias
• Cláusulas penales excesivas e irrazonables en prestamos personales, hipotecarios o prendarios
• Cierre injustificado de su cuenta bancaria o tarjeta de crédito
• Incumplimiento del seguro de su tarjeta de crédito
• Cierre unilateral de su cuenta corriente bancaria
• Abusos en la contratación de cajas de seguridad
• Responsabilidad por robo de su caja de seguridad
• Responsabilidad por mal asesoramiento financiero
• Cobro de conceptos génericos y poco claros
• Resumenes de cuenta de tarjetas de crédito confusos
• Pagos realizados por terceros después de denunciar el robo o pérdida de su tarjeta
• Robo en cajeros automáticos y o en cajas de seguridad
• Acreditaciones erróneas por pago a través internet o cajero automático
• Robo de identidad para abrir cuentas bancarias o servicios bancarios en gral.
• Falta de cumplimiento de programas de premios y/o fidelidad con el cliente